
¡A jugar!
Jugar es una parte imprescindible en el desarrollo de tus hijos
La pandemia y los retos de trabajar y estudiar desde casa han hecho mella tanto en hijos como padres.
Pero en el caso de los niños hay un tema adicional que preocupa, pues estos están en fase de desarrollo tanto físico como cognitivo y social. Los niños necesitan avanzar en una serie de habilidades para optimizar su desarrollo como personas. Y estar en casa encerrados claramente no ha ayudado.
Cuando el juego y las relaciones sanas y estables faltan en la vida de un niño, el estrés tóxico puede interrumpir el desarrollo de las funciones cerebrales que ejecutan el aprendizaje y el comportamiento social; en presencia de la adversidad infantil, el juego se vuelve aún más importante.
Muchas investigaciones han demostrado la importancia del juego en grupo. El juego tiene beneficios reales y cuantificables para los niños. Como hemos dicho, el juego fomenta las relaciones y conexiones estables que los niños necesitan para prosperar.
Cuando los niños experimentan alegría y comunicación compartida en el juego, lo que los investigadores denominan “sintonía”, basada en interacciones armoniosas de ida y vuelta o de “servir y devolver”, aprenden a regular las respuestas de estrés del cuerpo.
Y es que jugar no es una actividad frívola. Jugar mejora la estructura y el funcionamiento del cerebro y promueve los procesos de aprendizaje. Los juegos son la mejor oportunidad singular para promover las habilidades socio-emocionales, cognitivas, de lenguaje y de autorregulación que construyen la función ejecutiva del cerebro social.
En definitiva, el juego favorece la formación de relaciones seguras, estables y enriquecedoras. Y cuando se realiza al aire libre, mejor. El aire libre ofrece un espacio para el juego físico que es importante para el desarrollo motor de los niños.
Son varios los estudios que sugieren que el tiempo pasado en la naturaleza restablece nuestra capacidad de pensar con claridad y mejora el estado de ánimo, que en definitiva reduce la ansiedad que todos hemos vivido en estos meses de confinamiento.
¡A jugar!